viernes, 3 de junio de 2011

Hoy los he vuelto a ver. Como siempre, irradiando amor incondicional, dando una lección a todo aquel que piense que no dura toda la vida, que llega un día en el que acaba sin remedio alguno...

Se rompieron mis esquemas, maldije lo que siempre había defendido, me convencí de que no existe, que no es real crear un vínculo tan grande...

... y los vi...


Y volvieron, con su aparición en mi vida, con su presencia, a echar por tierra mis erróneas creencias... Porque sí, porque si se quiere de verdad se puede, hay que luchar, hay que querer y hay que entregarse...


El testimonio vivo del amor, la complicidad, el respeto, la ilusión por todos los momentos que viven, la sonrisa del amor de 15 años al hablar del otro... un ejemplo para mí...

Porque aunque la vida pueda dar mil vueltas y todo cambie alrededor, sé y confío en que ellos seguirán unidos enseñando, lo GRANDE que es su amor y lo GRANDE que se hacen (aun mas de lo que son) si están juntos.

1 comentario:

  1. Hay que creer, ya sabes.
    Gracias por tu visión externa, porque saber que lo que somos es lo que reflejamos nos hace querer seguir luchando y estar orgullosos de lo que tenemos.
    Un abrazo, mi amiga del alma.

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